15.7.05

lo que sangra (si a ud. no le gusta por favor sirvase de no leer)

Estaba parada en el altillito de la habitación de Luciano. Estaba mi atril con todas mis telas ahi apilados, tenía que bajarlas a mi habitat. De pie en la punta de la escalera, fueron cayendo, una a una, todas las telas por los escalones, golpeandose unas con otras clac clac el ruido seco de la madera contra la madera. Alguien se paró en la otra punta y no hizo mas que recordarme lo pelotuda que soy. "Esto lo pintaste vos". Se fue la sombra, y me vi como eso: una pelotuda que no aprecia nada. O que hace de cuenta que no aprecia para que venga el fucking caballero en shining armour. Todos cuentos de pendeja. No creci, mi amor. Si me vieras ahora, todavía me dirías que lo que soy como persona no sirve. Y yo -aún hoy- te creería a pie y juntillas y me pondría a llorar.

Conoci alguien que sabe cargar con algo incondicionalmente, y sería capaz de esperarme 100 años si hubiera una sola probabilidad en mil de que cambie de parecer alguna de mis tantas necedades. Sabe contener la respiración cuando corresponde, sabe escuchar y me lo ha hecho saber de una manera sana. Lastima que no es humano, lastima que no es real. O tal vez es: lástima que la que no es humana ni real soy yo.

Nunca aprendi perspectiva. Nunca la tuve tampoco. Cuando en el colegio me daban una regla para hacer algún paisaje terminaba siempre usandola para pegarle a algún compañero. Por eso todo lo que pinto o dibujo esta chueco, tan chueco y deforme que se nota que es mío. Le llaman estilo propio y yo siempre me río cuando me lo dicen. Alguien me dijo hace dos días, mientras mirabamos la muestra de Warhol y yo me quejaba de los colores chillones, que era un error pensar que ni más de la mitad de los tipos que diseñan o dibujan cosas profesionalmente saben perspectiva. A esta persona le voy a regalar un cuadernito para que dibuje. No me lo va a tener que mostrar, va a ser sólo para él.

Vos sos del tipo de hombre que le tiene la puerta a una mujer incansablemente. Y yo soy de esas histericas autoasumidas que, si bien no se van al extremo de llevarlo como bandera, dice: "puedo abrirme la puerta sola, gracias"

Nadie nunca me enseño que una tela antes de usarla es mejor prepararla (nótese que no dije que hay que, sino sólo que es mejor). Siempre me tiraba como bestia al blanco de una, sin pensar que queria que me saliera. Pienso que esa era mi necesidad de crear algo, de mover mis manos, de ver los colores moverse en el fondo. Sólo pintaba en determinados momentos, sobretodo después de pasar muchos días despierta perdiendo el tiempo y gastando mis neuronas en tareas fútiles.Lo que pintaba era como un vomito desesperado, algo que me dolía mucho, un proceso por el que pasaba a voluntad porque sabia que el fin valía la pena. La primera vez que pinte sobre una tela de tamaño considerable me puse a llorar cuando termine. Le hable y le dije "hija de puta, me doliste mucho". Eran las 7 de la mañan de un domingo y llevaba muchos amaneceres y atardeceres a cuestas. Luego, creo que dormí más o menos una semana. Nunca termine esa tela, ni creo que lo haga.

Tampoco supe nunca que el blanco puro era nada más ni nada menos que: la luz. No existe nunca blanco puro en pomo, tiene gris siempre. No es mala idea esa de vender luz en pomitos. Cuando Fede me lo explico me acuerdo que lo escuchaba y miraba como si me estuviese regalando el mayor secreto del universo. Siempre tan didáctico él con sus explicaciones.

Estas yendo a toda velocidad en la dirección equivocada. He leido por ahí que todos quieren decirte lo que sos como persona. Y hasta te han llamado pequeño niño (lo que me hizo reir mucho porque, a decir verdad, tiene razón). Todos se han abrogado el derecho de: estar enojados, decir que se agotaron, que tu mundo es pequeño. Hay algo en el discurso que quiere sonar profético, pero no lo es, que me hace querer sacar el bate de debajo del escritorio (...(esa era otra cosa que sabia antes de conocerte, que quizas rompieses todos los objetos a tu paso)...). Tengo poca tolerancia. Es que, se entiende, el hecho de que otras personas (que no son yo) le digan a otros que hacer con frases de plástico descartable y vocabulario semi-complicado es lo que vulgarmente llamaríamos una chantada. Que el receptor de hecho reciba y considere lo que le están diciendo como algo más o menos plausible y no se de cuenta que en realidad tendría que mandarlos a todos a la concha de su madre es otro problma. Pero, claro, el enano fascista sólo me sale a mi, o, tal vez, soy la única pelotuda que dice lo que piensa siempre. Y así, los falsos profetas van dejándole comments a la gente cuasi honesta por ahí, con forma de verdad absoluta. No existen esos caramelos, no al menos en este lado del mundo. Me pase todos mis estupidos años de adolescencia tratando de buscar una verdad absoluta, o al menos ineludible...y sólo hay una así en todo lo que somos, que se nos aplica a todos por igual (por ahora, por que estoy trabajando en la fórmula de la vida eterna y sé que algún día encontraré la manera de no morirme). Como todos hablan sobre vos, precioso, yo tambien quiero hablar sin decir nada...y no vengan con que nunca digo nada. La única que puede decir eso soy yo...el resto, shut the fuck up.

Había algo en mi pared escrito que en mi cabeza se relaciona con estos parrafos que escribo ahora (se borro cuando la pintaron hace poco, junto con todo lo que habiamos escrito en esos últimos años de paz mental, y nuestras conclusiones sobre el nadismo indenido, la pintura de Juan Angel, el homo imao dei o das man de fede, el popeye de andrés, etc). Decía algo así como: con los ojos bien cerrados, por todos lados, a buscar a otro en el o con e que puedas sangrar. El silencio te paraliza, y no, no lo podes manejar. No es que te quiera...es que te necesito, que no es lo mismo. (increible, me fui a dormir todas las noches por tres años mirando esa escritura y la leia una y otra vez, y ahora no me la puedo acordar entera, es de locos lo mío).

No soy el doctor de nadie. No puedo ser la madre de nadie. No puedo llenar un vacio ajeno si no llene el mío. Ser amada sólo por lo que represento en tu cabeza no me alcanza. Estoy más llena de no puedos que de si puedos, y me quejo mucho todo el tiempo. Lloro cuando miro hasta la peor de las sitcoms yanquis si el momento drámatico/emocional está bien creado, y consumo todo tipo de peliculas sin discriminar. Casi nunca termino ningun libro, y además leo dos o tres a la vez, confundiendome los plots, los settings y los personajes. Uso muchas palabras en inglés cuando no me salen en castellano y a veces hablo tan rapido y cerrado que no se entiende lo que digo y, lo que es más, yo no quiero que se entienda. El latido de mi corazon tiene complejo de mártir y mi pulso es un desastre (seriamente, olvidate de que pueda servir café). Tampoco termino nunca ninguna tela, ningun garabato, ningun nada. Tengo una fascinación inexplicable por lo que estudio y por el desierto en el que se mueve el derecho penal en el universo inexistente de las garantías individuales (mi pulso va más rápido cuando leo a un buen Ferrajoli o un buen Zaffaroni), y no pretendo que nadie nunca entienda por qué me fascina tanto. Es cierto que rompo todo cuando las circunstancias que me rodean me superan y que te voy a poner en falta siempre que pueda, siempre que me dejes (así que no me dejes). Que no voy a poder callarme la boca las más de las veces y que si algún día te llego a querer va a ser, muy seguramente, para el resto de la vida seas quien seas y hagas lo que hagas. Es cierto que la palabra es el arma mas filosa en mi mundo y que muchas veces sólo necesito que me abracen. Y sí, tambien es cierto que, ante todo, soy una pesada.

pero es esto todo lo que soy.

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