what gives.

Soy como un iceberg. enorme y fría. Muy fría por dentro. Estoy esperando mi titanic.


Es importante. Vale lo que vos pagues por ella. Vale que te levantes tan temprano a mirarte en el espejo. Todo para que él te diga: i don´t give a damn. Sólo para poder decir: fuiste mío. Sólo para que alguien te diga que hablas de él con tu analista y para que otro te diga que tenerte cerca es hermoso. Tan distinto, tan igual. Caen los moldes, se desarman. Colapso existencial, sobredosis de padre. Cuando crezca quiero ser como vos.
Es importante sin lugar a dudas. De todos los recortes, de todas las elipsis, ha nacido mi hijo más hermoso. Mi hijo que viene a ser la negación de lo que no parece expresable, de todo lo que me falta, de la palabra. Las imagenes se desatan en mis manos, se revelan y demuestran que nunca termina de saber uno qué es lo que quiere ni cómo lo quiere, y que lo más probable es que.
Y todo para que suene el despertador a las 6 y te arrastres como una babosa, todo para un cuartito de hotel y unas empanadas de jamon y queso. Todo para que todos los días sean lo mismo y estés encadenado a no poder salir adelante. Se quiebran los moldes, me quiebro yo. Caen de a uno los pisos de mi memoria, se van haciendo polvo, quedan atrás, me pierdo en tus manos. Me pierdo en un par de guantes que tengo para regalar, en un cuadernito que tengo para ver que anotas cuando no estoy cerca. Todo esto para que suene el despertador a las 6 y tengas que salir de un mundo ideal de cosas absurdo, de una pileta profunda a un charco en la vereda y quedarte ahí sin poder moverte nunca más. Todo para que las calles pierdan sus nombres, para que te pierdas en el espacio-tiempo de mi pelo, de la forma de las líneas en mi mano, en el sinfin de mis caderas, en todo lo que yo soy hic et nunc. Aquí ahora. Levanta la mano si nunca has besado su foto.
Me siento con vos adentro mío y te miro y te hablo y te muevo. Me siento con vos adentro de mi cuerpo y te recuerdo que la estructura hace rato que te tiene a vos, que vos jamás la tuviste a ella. Nos reímos y no pasa nada. El mundo no explota; tu cabeza sigue pensando igual a pesar de que sigo respirando. Estos desencuentros linguisticos se deshacen un jueves a la noche y aunque puedas estar del otro lado del río voy a encontrarte igual. Todo por un cuartito de hotel barato, todo porque estás peleado con tu mamá y no podemos ir a tu casa. Todo porque no sé como decir que no. Me siento con vos adentro mío: no es un recuerdo, es real. Este sos vos, ésta soy yo. Esto somos los dos haciendo uno. Es importante.