16.1.05

La ebriedad como un estado mental del nuevo milenio. Hay tantas excusas para justificar esto. Tantas que se me caen de las manos. Pero la verdad es que no puedo. ¿Cuántas veces pase por este mismo punto con este mismo ánimo y ante esta misma desesperación?
Si lo inevitable es que se abra el vortice y se lleve todo lo que soy, lo que fui y lo que no pude ser, entonces voy a decir las palabras mágicas. Lo que importa es que al menos me deje todo lo que podria llegar. Todo eso que añoro y todos mis deseos. A cambio, le doy mis fantasias. Le doy todos mis recuerdos con vos, de la mano, en ese mar de calma y de amor. Todos esos recuerdos, sí, se los doy. No quiero que existan en mi cabeza. Y no es porque no te quiera; todo lo contrario, y lo sabes. Es porque vos te fuiste, como tantos otros. Te fuiste. ¿Qué justificacion hay para eso? No hay.
Al final siempre me quedo acá, mirando esta pantalla, mirando estas manos, mirando el reloj que no va a avanzar aunque se lo pida de rodillas.

Dame una buena razón para creerme que el compromiso no es posible.
¿Dónde hay que buscar esa sensacion nueva, esa expectiva nueva, esa pulsion de vida que se disuelve en un vaso de vodka con jugo de naranja un domingo a la tarde? Por favor, que alguien me diga dónde buscar. Necesito que alguien me diga que no hace falta que me anule nuevamente, ni que me pierda en el placer de no sentir y de no existir Alguien que me haga entender que soy más que un cuerpo hundido en este colchón, hundido en ese olor a muerte que se adueña de todo y me empuja para abajo

¿Por qué no anularme? &Por qué no volver a los viejos hábitos? Si acá no hay nada para mi, y estoy empezando a pensar que nunca lo hubo. Cada vez que me levanto, cada vez que me atrevo a volver a desear estar viva, alguien se va, alguien se muere, alguien desaparece. Y cada vez, cada vez mas, no puedo verle la punta al hilo que une todo. No puedo. Prefiero no estar. Prefiero estar colgada en el paraiso de la nada existencial. Prefiero que las horas pasen livianas y secas, pero decididas a pasar.

Hoy, acá y ahora, quiero que mi corazon deje de latir tan rapido. Quiero que DEJE de latir. Nunca estuve más segura de tener que mandar todo al demonio. Honestamente, ¿para qué? Vivir así no se puede. Vivir se ha tornado en un imposible absoluto. Un cero a la izquierda. Un absurdo.

¿Qué hay de aquellas personas que pueden prescindir de mó? Como vos pudiste, como él pudo, como ellos pudieron. Soy deleble. Carezco de importancia. Soy nada. Soy mi propia y estupida enfermedad, y mi propia e inservible enfermera.
Así que este es el sumum. En este vaso de vodka con naranja esta el óbice de mi existencia. Y al fondo redondo, hago que desaparezca. Tal vez si desaparece él no tengo que desaparecer yo.

No comments: