Acá se parten las premisas y aparecen no sólo esas palabras que nunca decis, sino tambien la hegemonía entre la mujer y la nena de la republica perdida de disneylandia. Es una pelea a ver quien llega más lejos con la tortura. A ver quien soporta el calor sin transpirar ni una gota.
-- No me preguntes si no querés saber.
Acá se parten mis premisas. Mirá mi piel yendo de blanco rosaceo a azul. Mirá la sangre brotando desesperada de su cuerpo para concentrarse en un único lugar en tan sólo 50 segundos. Es magia. Mirá como duerme el extraño afectado de alergia por las tipas de tu barrio. Miralo. Forzate a mirar lo que no querés ver.
-- Es un aspecto tuyo que no me interesa. No quiero saber. Es lo mismo que plantearle en términos morales un conflicto a alguien que no tiene moral: igual de absurdo, vos lo sabes, yo lo sé, no tiene sentido jodernos la vida con planteos imposibles. Por qué hacés lo que hacés...eso lo sabés vos, a mi me interesa el riesgo y el daño. Nada más. Tu riesgo, ante todo. No te arriesgues por lo que no tiene sentido. No lo hagas. Preservate. Y no de la misma manera en que esta chica no se preserva ante vos, no de la misma forma grosera en la que yo te mostré mi mundo o en la que te dejo robar silencioso mis tiempos mentales. No, así no, preservate de verdad. Como lo haria un adulto --dice y se ríe. Suspira, desciende y se descontractura. Es ella otra vez, sólo a un brazo de distancia. Agarrala antes de que se escape.
Y luego escucho:
-- Sin los antidepresivos sos más humana.
Será así? Algo así: recobro lentamente mi forma humana. Estoy bien, me deshago todos los dias un poco, pero estoy bien. Sonrío a la mañana a fuerza de pulmon y agua. Me ahogo todas las mañanas tratando de buscar aire cuando me despierto. Puta madre que duele estar vivo. Y no puedo. Con eso no puedo. Dame una forma, un color, un universo. No te metas en mi cuerpo, en mi cabeza, a menos que puedas entender las consecuencias. Me desarmo. Desaparezco. No me des la espalda a menos que sepas que el dolor es lo que mejor conozco. The sweet the sting. El placer es agua entre los dedos. Es nada. No se materializa hasta que, en el quinto round, caigo K.O y me duermo después de pelearla toda una noche. No se materializa hasta que, casi ya humana, desato los nudos de tu piel y veo la historia que no me contas desaparecer con el primer sol de la mañana. No se materializa hasta que ya es imposible seguir el otro camino del que hablaban las señoras en la plaza, tomando mate.
La transición de un plano de la realidad a otro se hace más densa cuando todos te estan mirando. Y me ven desapareciendo entre la multitud y no dicen nada. O tratan de convencerme que lo que estoy haciendo no es correcto. De adoctrinarme. Después de tanto tiempo tratan de adoctrinarme, de enseñarme vestidos de persona barata. No lo intentes. Es enero, estoy en Buenos Aires, y no hay forma que aprenda nada. Ese es mi derecho, mi objetivo.
De vuelta a la realidad, pavimento seco y plazas convertidas en oasis dentro de esta selva urbana a la que me condeno todos los días. Me duele la espalda por haber cargado tu cuerpo en mi memoria toda la mañana. Me duelen los pulmones por haber estado respirando tu aire toda la noche. Fría y catatonica, tal vez pensó él, si la vió. Si es que la vió dormir.
Despertate.. Murmullo indistinguible de la turba enojada.
Las paredes me hablan. Me cuentan la historia que no conozco de alguien que me asombra todos los dias un poco más. Ni fría ni catatonica: sólo dormida. Sólo dormia, sí, entre un llanto finito atragantado hace dos décadas en esta garganta, y esos brazos de gigante disimulado. Me da miedo, me da terror, trata de entenderlo. Edulcorar la realidad tiene un precio muy alto. Apostar al vacio significa sacrificar mi cuerpo ante un extraño. Todo esto lo sabés, yo sé que lo sabes, mientras me miras limpiar la pared en silencio.
Despertate, me gritan. Estás hablando sola. Hace horas que estás hablando sola.
-- No me preguntes si no querés saber.
Acá se parten mis premisas. Mirá mi piel yendo de blanco rosaceo a azul. Mirá la sangre brotando desesperada de su cuerpo para concentrarse en un único lugar en tan sólo 50 segundos. Es magia. Mirá como duerme el extraño afectado de alergia por las tipas de tu barrio. Miralo. Forzate a mirar lo que no querés ver.
-- Es un aspecto tuyo que no me interesa. No quiero saber. Es lo mismo que plantearle en términos morales un conflicto a alguien que no tiene moral: igual de absurdo, vos lo sabes, yo lo sé, no tiene sentido jodernos la vida con planteos imposibles. Por qué hacés lo que hacés...eso lo sabés vos, a mi me interesa el riesgo y el daño. Nada más. Tu riesgo, ante todo. No te arriesgues por lo que no tiene sentido. No lo hagas. Preservate. Y no de la misma manera en que esta chica no se preserva ante vos, no de la misma forma grosera en la que yo te mostré mi mundo o en la que te dejo robar silencioso mis tiempos mentales. No, así no, preservate de verdad. Como lo haria un adulto --dice y se ríe. Suspira, desciende y se descontractura. Es ella otra vez, sólo a un brazo de distancia. Agarrala antes de que se escape.
Y luego escucho:
-- Sin los antidepresivos sos más humana.
Será así? Algo así: recobro lentamente mi forma humana. Estoy bien, me deshago todos los dias un poco, pero estoy bien. Sonrío a la mañana a fuerza de pulmon y agua. Me ahogo todas las mañanas tratando de buscar aire cuando me despierto. Puta madre que duele estar vivo. Y no puedo. Con eso no puedo. Dame una forma, un color, un universo. No te metas en mi cuerpo, en mi cabeza, a menos que puedas entender las consecuencias. Me desarmo. Desaparezco. No me des la espalda a menos que sepas que el dolor es lo que mejor conozco. The sweet the sting. El placer es agua entre los dedos. Es nada. No se materializa hasta que, en el quinto round, caigo K.O y me duermo después de pelearla toda una noche. No se materializa hasta que, casi ya humana, desato los nudos de tu piel y veo la historia que no me contas desaparecer con el primer sol de la mañana. No se materializa hasta que ya es imposible seguir el otro camino del que hablaban las señoras en la plaza, tomando mate.
La transición de un plano de la realidad a otro se hace más densa cuando todos te estan mirando. Y me ven desapareciendo entre la multitud y no dicen nada. O tratan de convencerme que lo que estoy haciendo no es correcto. De adoctrinarme. Después de tanto tiempo tratan de adoctrinarme, de enseñarme vestidos de persona barata. No lo intentes. Es enero, estoy en Buenos Aires, y no hay forma que aprenda nada. Ese es mi derecho, mi objetivo.
De vuelta a la realidad, pavimento seco y plazas convertidas en oasis dentro de esta selva urbana a la que me condeno todos los días. Me duele la espalda por haber cargado tu cuerpo en mi memoria toda la mañana. Me duelen los pulmones por haber estado respirando tu aire toda la noche. Fría y catatonica, tal vez pensó él, si la vió. Si es que la vió dormir.
Despertate.. Murmullo indistinguible de la turba enojada.
Las paredes me hablan. Me cuentan la historia que no conozco de alguien que me asombra todos los dias un poco más. Ni fría ni catatonica: sólo dormida. Sólo dormia, sí, entre un llanto finito atragantado hace dos décadas en esta garganta, y esos brazos de gigante disimulado. Me da miedo, me da terror, trata de entenderlo. Edulcorar la realidad tiene un precio muy alto. Apostar al vacio significa sacrificar mi cuerpo ante un extraño. Todo esto lo sabés, yo sé que lo sabes, mientras me miras limpiar la pared en silencio.
Despertate, me gritan. Estás hablando sola. Hace horas que estás hablando sola.
threw you the obvious and you flew with it on your back,
a name in your recollection,
thrown down among a million same.
difficult not to feel a little bit disappointed
and passed over
when i've looked right through
to see you naked and oblivious
and you don't see me but i threw you the obvious just to see if there's more behind the eyes
of a fallen angel, the eyes of a tragedy.
here i am expecting just a little bit too much from the wounded.
but i see through it all and see you.
so i threw you the obvious to see what occurs behind the eyes of a fallen angel, eyes of a tragedy.
oh well. apparently nothing.
you don't see me. you don't see me at all.
a name in your recollection,
thrown down among a million same.
difficult not to feel a little bit disappointed
and passed over
when i've looked right through
to see you naked and oblivious
and you don't see me but i threw you the obvious just to see if there's more behind the eyes
of a fallen angel, the eyes of a tragedy.
here i am expecting just a little bit too much from the wounded.
but i see through it all and see you.
so i threw you the obvious to see what occurs behind the eyes of a fallen angel, eyes of a tragedy.
oh well. apparently nothing.
you don't see me. you don't see me at all.
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