Solo soy un insignificante juguete de los dioses. Mi existencia tiene por razon satisfacer los caprichos de unos dioses absurdos. El problema es que cada vez que despierto, lo olvido. Asi empiezo todos mis dias creyendome yo dueño de mi destino, convirtiendo todo lo que toco en mio.
¡Cuan mias siento estas emociones! ¡Que intenso es el dolor! ¡Que REAL se siente la realidad! ¡Que amargos recuerdos! ¿seran mios?
Pero de vez en cuando el espejo se rompe y veo del otro lado. Solo a veces la luz hace traslucida la ilusion. No puedo mas que reir, cuando la verdad te da en la cara.
La ilusion deja de serlo y lo que sería es.
Es ese por las dudas que salta atras en tu cabeza y nunca le haces caso.
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