no hay otro punto. no existe otro hilo que encaje–que se muestre a si mismo pendiente por los tubos–los centros–las consignas–las interpretaciones. las ‘cosas’ toman velocidad demasiado rapido y seguimos permaneciendo bajo las filas de la ‘cofradia de los u-googles de reojo ante el deslizamiento de la conciencia-apacible’. falso.
el Mantenimiento y la solubilidad de la ‘confluencia’–el manejo de cables, control–su respectivo funcionamiento, upgrades varios–disposiciones a nuevos entramados y originales representaciones funcionales–han dejado de corresponder a los responsables a cargo.
esa velocidad no corresponde al movimiento de las cosas. verlo todo en forma de verdades–adaptarse a funcionamientos ajenos y caer desproporcionadamente alterado hacia el ‘piso’, perdiendo componentes. las partes bloqueadas, ajenas unas de otras–perdidas, cortadas, dobladas, una y otra vez–otra y otra mas–porciones por el piso, sobre los contornos, por todas partes. no resulta tan extraño que el ‘mundo de cotillon’ comienze a perder equilibrio–uno hasta puede darse cuenta, más alla de no saberlo del todo: un esbozo de intuición o ‘quiebre entre las lineas’ puede difamar cualquier verdad-incorporada o entrecortar cualquier mapa cálido [previamente constatado por el responsable], hacerla caer o solo inducir sospecha leve y sensación de complot de fondo–para caer, nuevamente, en la posibilidad de la linea a ser destruida, carcomida por la bestia y su ansia de alimento [o profundización respecto al material del cable]. ahora que lo pienso este recorrido neural invisible del cable entrada/salida debe poseer una fina materia leve por dentro–la unica manera en el momento por la que puedo explicar [bajo el espectro de las lineas], los sucesivos vuelcos y todo lo que pasa. tampoco me resulta extraño que la mayor parte de (nosotros mismos) no podamos ver mas alla de nuestro ombligo. como tambien coincido en que el ombligo puede definir alguna porción del macro–al menos ‘hacerlo saber’, o mantener esas ganas. esa fuerza tan leve de mediolapso. las partes colapsadas no se comen a si mismas–procuran mantenerse estaticas, atadas entre si. no puede uno detenerse y esperar a esa tan ansiada ‘fuerza dinamica’, para luego caer en el accionar y re-esquematizar el movimiento, por lo que la combinación de elementos al pasar–sumado al desarraigo de todos los contornos, [confio], provocara ese golpe exacto de presión necesaria por sobre la articulación correcta.