---------------celebrate your top ten in the charts of pain.


frase celebre. No hay nada como una buena pelicula de miercoles por la noche. No hay nada como un Uruguay y Cordoba 8:00 pm y un viejo horrible con aliento de abusador -camisa abierta pelos grises en el pecho y saco arrugado- diciendo que tengo lindas tetas y que "hola bebota....que lindo que es ese escote, decime ¿qué haces parada acá solita?"

faltaba el hilo de baba.

acto seguido le vomite en los zapatos. No, mentira, eso me hubiese gustado. Le pregunte al señor si no pensaba que tal vez estaba un poquito grande para hacer semejante ridiculo. Levante la mano: taxi.

Tampoco hay nada como un clinica-hotel 5 estrellas, mi abuela con "principios de demencia señil" sacándose la aguja del suero, mi tio aspirando cocaina en el baño y el chorro de sangre saliendo del brazo de la vieja como de una canilla, manchando todo. Algo grotesco. Frame completo, pausado, pero no. No le pude poner pausa a mi vida.

Siguiente: mi abuela tratando de convencerme de que mi mamá es su mamá, y que si yo "estoy al tanto de ese juego en el que nos metimos". Sí abuela, estoy al tanto. ¿Quién me manda a mi a hacer de nieta responsable y a poner el cuerpo en una clínica high class y decirle a la enfermera que trate de que la vieja no se vuelva a sacar la aguja, y que le de algo para que se duerma y deje de querer acompañarme a "la puerta de abajo" (n. de la a.: se refería a la puerta de entrada de la clinica, que da a pleno barrio de palermo) para despedirme.



De todas formas, cuando llegué a mi casa no pude evitar preguntarme si realmente estoy al tanto del juego en el que me metí. Posiblemente no, y siendo ese el caso, la vieja tenía razón.