16.6.05

Algún tipo de concepto abarcativo de la escritura, como modo de vida (escrivida dije alguna vez) y no de recolección de recuerdos aleatorios que se proyectan en esta superficie negra de vez en cuando. No parezco poder encontrarle los cuernos al toro. Será que no tiene cuernos. Dirán por el fondo que sigue siendo después de tanto tiempo un problema de óptica. Yo digo que es un problema de estilos de vida inconmensurables. Hablamos distintos dialectos, hablamos distintos momentos temporales, somos distintas personas con distintos disfraces y distintas ideas. Todavía no puedo entender qué es lo que èl ve en mi y porqué yo no lo puedo ver también. Sigue siendo underneath it all un problema de angulos de visión. Ella es miope, ella no ve. Ella no quiere ver (así empieza un ensayo de Derrida si la memoria no me engaña, pero la memoria, se sabe...)
Estaba en la idea del concepto de demarcación de la escritura. Estaba en eso de querer contarle a ese otro ( y no a cualquier otro) todo eso que te pasa internamente, tu subjetividad y tus miedos subjetivos y tu sujeto tácito crónico en la noche, en la fría fría noche- y encontrarte con que no tenés voz, con que te está separando del mundo una pared invisible de ladrillos gruesos y todo lo que digas queda suspendido ahí, en el aire, y se cae al piso completamente roto. Me agacho para buscar los pedazos de coherencia y no los encuentro. No encuentro nada de nada. Claro que, se sobreentiende, esta es la historia de las grandes depresiones de mi vida y de cómo la anestesia para el cuerpo era un aspecto vital de mi sistema nervioso y ahora que no está yo quiero hacer de cuenta que tambien deje de estar.
Es el otro el que me da la punta del control, es un factor externo y siempre siempre lo ha sido. Es el otro el que me da mi propia medida, mi dosis de realidad, de irrealidad, de amor, de sueño. Y nunca aprendi a dosificarme, nunca aprendi a medir el medio en el que camino. Y si no aprendi sobre las dosis, si siempre fue algún otro...entonces, no debería extrañar, que dos veces haya tenido el mismo final de acto.

luego, otro incómodo silencio.

Sigo pensando en las escenas que se desarticulan en la pantalla. Puedo clasificar mis frases y mis palabras bajo un monton de distintos criterios de separacion, pero no puedo, no puedo bajo ninguna circunstancia, encontrar la manera de expresar mi escritura como un todo y no en fracciones. 1/3 de lunes, 1/10 de presente, 1/4 de recuerdo constante. Una fracción de la refracción. Una necesidad de darle un sentido a ese todo que estoy eligiendo para que forme parte de mi día a día me deshace el cuerpo y me arruga la piel. Y no, no es el frío.

ella le dijo a èl:
--deja de buscarle el sentido, lo vas a pudrir así. No tiene sentido buscarle el sentido al sinsentido. Mejor asumir que todo tiende al caos, y que no se trata de cuanto da 2x2. Puede ser 4, puede ser 0, puede ser infinito. ¿Qué carajo te importa cuando es 2x2? Morir te vas a morir igual.

él le dijo a ella
--llevate lo que dijiste, nenita. Llevate todas tus palabras, y en el proceso, llevate a vos misma lejos de acá tambien.

Qué miseria. ¿Cuál es la diferencia entre poder levantarse de la cama y no sentir nada y sentir todo sin poder salir de la cama? La diferencia es el cielo, mi amor. No es una miseria, esto es todo lo que sos. Y creeme, preciosa, lo que vos sos puede desarmar ejercitos.


take it or leave it.

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