7.3.08


······No entiendo esa necesidad absurda, insistente, de buscar en el otro la imagen del propio deseo. Urgar en la cabeza de algún inocente, de algún no-tan-inocente, para ver si te encontrás a vos mismo. Llegar a los 25 chupandote los dedos de los pies como si pudieras ver el mundo transcurrir detrás de una pared.
······Y todo da un enorme asco, gigante rechazo, festejando el viernes cuando no hay mas que trabajar los días de semana -otra vez- resolviendole los problemas a otro.
······Lo mas lindo del universo termina siendo escuchar a sublime y ponerle tu nombre a un libro nuevo. Decir: es mío. Ésta soy yo. Acá estoy, me quedo, permanezco, me derivo pero no me voy.
······Cómo si eso pudiera ser cierto.